sábado, 13 de febrero de 2010

¿Por qué Catulo?


Muchas veces me han preguntado por qué extraña razón este blog, que versa fundamentalmente sobre ajedrez, se llama El blog de Catulo. ¿Quién o qué es este personaje cuyo nombre rima, por ejemplo, con "culo"? Pues fue un poeta latino...

Gayo Valerio Catulo (87-54 a.C.) era natural de Verona, en la Galia Cisalpina, de donde procedían algunos poetae novi con los que Catulo coincidió en Roma y mantuvo una relación de amistad. Pertenecía a una familia acaudalada e influyente y llegó a Roma en el 62 a.C., introduciéndose pronto en los ambientes de la nobleza más refinada y sus cenáculos literarios.

Fue notoria su tumultuosa relación con Clodia, hermana de Publio Apio Clodio, el enemigo de Cicerón, a la que cantó en sus poemas bajo el nombre de Lesbia.

La colección de sus poemas nos ha llegado bajo el título de Catulli Veronensis liber, y consta de 116 composiciones de diversa extensión y algunos fragmentos. Catulo emplea metros variados en estos poemas: yambos en los más breves; hexámetros en los más extensos; dísticos elegíacos en los epigramas.

Catulo recoge una doble tradición griega, por una parte se inspira en los líricos arcaicos griegos (Safo, Alceo y Anacreonte) abriendo un camino por el que proseguirá Horacio, y por otra en los alejandrinos (Calímaco, Filodemo).

Los poemas de Catulo podrían clasificarse en tres grupos de acuerdo con los motivos que los inspiran: 1) poemas mitológicos eruditos (los más extensos) de clara elaboración alejandrina; 2) poemas satíricos y epigramas, en los que lanza invectivas contra sus enemigos y critica la sociedad de su época e incluso a los políticos; 3) poemas líricos puros que tratan con expresión sincera de sus sentimientos, ya de amistad, ya de amor. Salvo las composiciones del primer grupo, todas las demás tienen un carácter autobiográfico.

Si alguien tiene curiosidad por leer sus poemas os recomiendo la versión bilingüe (en latín y castellano) de la editorial Hiperión, a cargo de Juan Manuel Rodriguez Tobal. La portada del libro es la que hay más abajo.


En cuanto a su obra poética, los Carmina, me gustan especialmente los que atacan a enemigos -normalmente otros poetas- y los de amor. Es una especie de Dr. Jeckyll y Mr. Hide de la literatura latina que alterna su faceta más destroyer e invectiva con su lado más tierno y romántico.
Os dejo con la traducción que hacen en www.elespejogotico.blogspot.com de:

Vivamus, mea Lesbia.
Vivamos, Lesbia mía, Cayo Valerio Cátulo.

V.
Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
Si los sabios reprueban nuestros actos
Con excesivo escrúpulo, olvidémoslos.
Los astros se sumergen en el oeste
Para luego retornar:
Pero nosotros, cuando se extinga
La tenue luz de nuestras vidas,
Dormiremos una noche eterna.
Dadme mil besos, y después cien,
Mil besos más, y luego otros cien,
Comienza de nuevo y completa mil con cien más,
Cuando hayamos acumulado muchos miles,
Revolvamos todo y perdamos la cuenta,
Para que el malvado no pueda encantarnos,
Cuando sepa de los besos que compartimos.

Vivamus, mea Lesbia, atque amemus,
Rumoresque senum seueriorum
Omnes unius aestimemus assis.
Soles occidere et redire possunt:
Nobis, cum semel occidit breuis lux,
Nox est perpetua una dormienda.
Da mi basia mille, deinde centum,
Dein mille altera, dein secunda centum,
Deinde usque altera mille, deinde centum.
Dein, cum milia multa fecerimus,
Conturbabimus illa, ne sciamus,
Aut nequis malus inuidere possit,
Cum tantum sciat esse basiorum.

¡Ojo! Porque este delicado poeta también era capaz de liarla con sus versos. Para muestra, un botón: el famoso Catullus-16:

Pedicabo ego vos et irrumabo.
Os daré por el culo y me la chuparéis, Cayo Valerio Cátulo.

XVI.

Os daré por el culo y me la chuparéis,
maricón de Aurelius y Furius el catamita*,
que me considerasteis poco decente
por mis versos, porque son delicados.
Pues es conveniente que casto lo sea
el buen poeta en persona,
pero en nada deben serlo sus versos,
que sólo tienen sal y gracia si son poco decentes y delicados
y pueden excitar los deseos no digo ya de los muchachos,
sino de esos velludos que ni siquiera pueden
mover sus duros lomos.
Vosotros, que habéis leído muchos miles de besos,
¿me considerais un maricón?
Os daré por el culo y me la chuparéis.

*Catamita: joven amante, que ejerce un papel pasivo en la relación homosexual.

Pedicabo ego vos et irrumabo,
Aureli pathice et cinaede Furi,
qui me ex versiculis meis putastis,
quod sunt molliculi, parum pudicum.
Nam castum esse decet pium poetam
ipsum, versiculos nihil necesse est;
qui tum denique habent salem ac leporem,
si sunt molliculi ac parum pudici,
et quod pruriat incitare possunt,
non dico pueris, sed his pilosis
qui duros nequeunt movere lumbos.
Vos, quod milia multa basiorum
legistis, male me marem putatis?
Pedicabo ego vos et irrumabo.

La verdad es que no exagero en la traducción, sacada de Exópolis. Antaño se edulcoraba con eufemismos pero actualmente se opta por traducirlo tal cual suena en latín. Puede chocar mucho que un poeta latino estudiado en las facultades de todo el mundo pueda ser tan soez pero, palabrotas aparte, hay que reconocer que el poema posee una frescura y calidad innegable.

La siguiente cuestión es: ¿cómo elegiste "Catulo" para este blog? Pues resulta que, en la época dorada de www.ajedrez21.com en la que media Cataluña jugaba gratis a ajedrez en internet, mi nick de jugador online era precisamente Catulo ya que, desde la universidad, me gustaba mucho la poesía de este autor. Desde entonces Catulo ha sido mi alter ego en la red y, ahora que ya no juego online, he seguido existiendo como Catulo en el blog de ajedrez...

3 comentarios:

Roger Salvo dijo...

Hola Joan,
Buena crónica. ¿Es cierto que has hecho una apuesta con alguien, diciéndole, pondré en mi blog "os daré por culo y me la chupareis" y no pasará nada? Porque si esto fuese así, no deberías denominarte Catulo, sino mas bien Quevedo.
Suerte y humor,

Roger Salvo dijo...

Hola Joan,
Buena crónica. ¿Es cierto que has hecho una apuesta con alguien, diciéndole, pondré en mi blog "os daré por culo y me la chupareis" y no pasará nada? Porque si esto fuese así, no deberías denominarte Catulo, sino mas bien Quevedo.
Suerte y humor,

Unknown dijo...

Muy buena la anécdota de Quevedo. Quien quiera enterarse de ella que entre en http://desequilibros.blogspot.com/2008/11/la-apuesta-que-quevedo-hizo-con-sus.html
No lo hice por apuesta no, jeje, sinó por pícaro afán divulgador. Suerte mañana. Por cierto, supongo0 que como socio de Sant Martí acudirás a la asamblea...