sábado, 6 de febrero de 2010

Louis-Charles Mahé de La Bourdonnais

Este hombre, tan parecido a Paquirrín, es Louis-Charles Mahé de La Bourdonnais, uno de los mejores ajedrecistas del siglo XIX. Este francés, discípulo de Deschapelles, pronto le superó demostrando un gran talento intuitivo para el ajedrez de ataque. Solía centralizar las piezas y remataba a su adversario con combinaciones certeras y precisas. Una versión decimonónica de nuestro querido Beto, vamos.
Disputó un maratoniano match con Mac Donnell a 88 partidas lentas -ni los Mon han jugado tanto- que acabó ganando con 44 victorias, 14 empates y 30 derrotas.
Toda su vida fue jugador profesional de ajedrez y llegó a publicar alguna que otra obra sobre el tema. Fue secretario del famoso Club Regence por el que pulularon los mejores ajedrecistas de su tiempo. Editó además Le Palamede, la primera revista de ajedrez.
Hasta aquí lo bueno. Ahora lo malo. Jugaba compulsivamente, se arruinó porque el ajedrez desplazaba todo lo demás, incluso a su familia. Acabó viviendo en una buhardilla con su mujer, una inglesa, gracias a la solidaridad de algún colega. Moraleja: todo debe practicarse con moderación, incluido el ajedrez.

3 comentarios:

Unknown dijo...

A mí La Bourdonnais siempre me recuerda una cosa. Una de las frases míticas de Oviedo es la de un monitor de mi club dando una clase de historia del ajedrez: "... y a partir de La Bourdonnais, todo fue un desmadre." :-)

Habría que acuñar "y a partir de Catulo..." xDDDDD

Unknown dijo...

A partir de Catulo... ¡se armó la de San Quintín!

Jordi Sabater dijo...

¡¡¡Noooooo, a partir de Paquirrín!!!