martes, 12 de mayo de 2009

Reflexiones socialeras

Ahora que han pasado unos días, ya me veo con ganas de analizar el desarrollo del último Social Colón. ¿Cómo pude lograr 8 de ocho? ¿Me he convertido en bueno? ¿Tuve suerte? Supongo que un poco de todo, jeje, pero principalmente creo que fue gracias al conocimiento de mis propias limitaciones y a una motivación enorme.
El Social Colón del año pasado, en 2008, fue mucho más difícil para mi. Se trataba de una liga con dos grupos clasificatorios con unos 20 jugadores, más o menos. La verdad es que tuve suerte y Riera, el rival que más que me costaba, fue a parar al otro grupo. Con un ajedrez bastante especulativo -saliendo de dama o con 1. Cf3- logré clasificarme para la liga final junto a Joan Lorda mientras que otro de los rivales peligrosos de mi grupo, Enric Vidal, quedaba out al dejarse material con Antonio Ríos. Ahí tuve suerte porque Vidal me apretó mucho en nuestro duelo directo y me salvé remontando un final. En el otro grupo, se clasificaron Jordi Sabater y Jorge Repiso. Fue una suerte para mi que Manel Riera fuera eliminado por Sabater porque Manel es con diferencia el rival que se me daba -y da- peor. Yo juego bastante teòrico pero a su lado soy un ignorante y suele pillarme.
En la liguilla de la fase final todos empezamos a entablar partida tras partida con mucho respeto mútuo pero al final gané a Lorda y pasé a la final junto a Repiso. Sabater también estuvo a punto de ganarme pero tuve suerte y Repiso me lo quitó de en medio. En la final, a rápidas, vencí con un Volga a un Repiso poco mentalizado para jugárselo todo a cinco minutos. Un cúmulo de suerte y ganas de ganar fueron la clave del éxito. Curiosamente jugué más cómodo con negras que con blancas y eso ocurría porque, cansado de jugar la Bird, yo me empeñaba en jugar otras aperturas que lógicamente conozco menos y me daban menos rendimiento. Probar cosas nuevas está bien para divertirse cuando uno está en el típico open en el que sabes que acabarás el 100º pero para sociales asequibles hay que ser más práctico y jugar lo que conozcas mejor.
Ganar este Social me desacomplejó bastante y cuando llegó el Social Besòs vencí con gran rotundidad (12,5 de 13) y eso que había jugadores fuertes como Vivancos, Iván Pérez o Sabater, entre otros. Como eran partidas semirràpidas, opté por jugar 1. f4 y aprovechar mi mejor conocimiento de las posiciones stonewall. La cosa salió muy bien y obtuve mi quinto social Besòs.
En el Social Sant Martí, volví a insistir en salir de dama y fue un desastre. Andreu Rojas me sacó unas tablas, luego salí de rey contra Monluis y éste me ganó con claridad, Monpablo me atracó un finalillo de tablas -aunque estuve peor todo el rato, lo confieso- y Beto me masacró en una partida con 1. d4. Sin opciones, regresé a la Bird y gané a Carmona aunque el mal ya estaba hecho y quedé quinto.
En el Social Diagonal Mar volví a salir de dama y las pasé canutas para ganar a Climent. Capté de inmediato el mensaje y regresando a la Bird, gané a Sabater y me puse líder hasta el final, ganando el Social. Era la primera vez que ganaba un suizo y me dio experiencia en cuanto a jugar pendiente de las otras partidas. En el por equipos jugué ocho partidas y acabé invicto, jugando también la bird de forma sistemàtica, como en los viejos tiempos.
Me apunté al Social Colón 2009 para hacer bulto ya que se había apuntado el MF Beltrán y era favorito claro con más de 2400 elo. Su incomparecencia -el jamón de premio le debió saber a poco- y los continuos resbalones de mis rivales directos (Godesard, Sabater, Montiel...) hicieron que ya en la ronda 2 fuera el único jugador con dos de dos. Sin escrúpulo alguno jugué sistemáticamente la Bird y lo gané todo con comodidad. Solamente tuve problemas serios con Hèctor López en una francesa del avance con peón de más (!!). ¿Tuve suerte? Pues claro, siempre es necesaria, pero sobretodo jugué motivado -recuperar el palmarés de este torneo hace que para mí este torneo sea importante- y optimicé mis recursos. Además creo que hay una especie de efecto bola de nieve que hace que muchos de mis rivales, sabedores de mi racha de juego, jueguen por debajo de sus posibilidades. ¡Craso error!
Con esto quiero decir que cuando juego la Bird las cosas me van mejor. Otra cosa es que por agobio juegue otras aperturas pero Fontanillas y la Bird son ya una pareja de hecho. No digo que sea la mejor apertura del mundo pero sí que lo es para mi estilo de juego.
Por coincidencia de fechas con Estadilla, no podré jugar el Social Foment aunque ganas no me faltan. Tras el verano, no sé exactamente dónde estaré viviendo pero es muy probable que lejos de Barcelona. De todos modos, si Ariadna se saca el carné de conducir mañana -tiene examen práctico-, intentaré jugar el Social Sant Martí aprovechando que este año coincide con los cerrados de norma y me ahorraré algún que otro Mon de esos que tienen por costumbre ganarme, jeje. Si acabara tercero, algo que nunca he conseguido, ya estaría muy contento.

2 comentarios:

Jordi Sabater dijo...

Felicitats Joan, excel-lent article, ja el comentarem.

Jesús dijo...

exelente artículo buena reflexión cuando puedas comentas en mi blog.