martes, 16 de septiembre de 2008

¡Ya estamos aquí!


Hoy comienzo mi blog y, si la pereza no me vence, trataré de irlo actualizando con toda clase de contenidos según me vaya viniendo la inspiración. Lo primero que pensé fue que si iba escribiendo por ahí de fulano y mengano acabarían por detenerme o peor aún, partirme la cara, pero ya se sabe que siempre hay un reducto de vanidad que nos empuja a hacer locuras.

Además es septiembre y en septiembre todo el mundo suele comenzar cosas. Hay gente que se encadena a una colección por fascículos -de esas que no terminan nunca- y yo me he encadenado a este blog. Como mínimo saldrá más barato.

Mi primera reflexión versa sobre las planillas de ajedrez o, mejor dicho, sobre cómo apunta la gente sus partidas. Hace pocos días concluyó el X Open Internacional de Sant Martí (Internacional porque entre los escasos 30 jugadores inscritos había un peruano y poco más). No sé cómo ocurrió pero, en algún momento, Ricard Llerins me engañó para que fuera yo quien pasaba las partidas al Chessbase para que Davide Vega, el árbitro, pudiera enviar su informe a la FIDE. Total, que cada tarde estaba yo viendo las partidas, sin jugar, y luego me esperaban dos horitas más ante el ordenador. Unas 18 horas en total.

La verdad es que chafardear las partidas tiene su gracia porque puedes espiar a tus compañeros de club con total impunidad y ver qué líneas o meteduras de pata juegan pero, de vez en cuando, topaba con molestos errores de anotación que me complicaban y alargaban la tarea. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? Pues bien, resulta que he descubierto que hay gente con elos más que respetables -titulados incluso- que no saben apuntar sus partidas. Mezclan el sistema algebraico y el descriptivo como si se tratara de una ensalada o, más grave, a veces aparece una especie de sistema superabreviado con expresiones como P8. Por lo visto, hay gente que todavía no sabe que si anota en descriptivo, o versiones híbridas, no puede reclamar nada al árbitro, por ejemplo, unas fotográficas.

Próximamente más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo mío, amigo mío, vives en tus propias carnes la tortura que me ha acompañado durante años y años de torneo sanmartinero...

Unknown dijo...

Ya veo que sufrías en silencio... Lo peor de todo es cuando estás presenciando una partida que sabes que luego tendrás que pasar al Chessbase y alguno de los jugadores se empeña en alargarla más y más.

Anónimo dijo...

La vida es dura, lo que pasa es que los humanos no la queremos blanda.
Suerte
Ah, se empieza por 18... ja,ja,ja