Cómo ganar el Social Sant MartÍ

La verdad es que no tengo ni idea de cómo se hace. Al fin y al cabo, nunca lo he ganado. Es más, nunca he pisado el podium; cuarto como máximo y sufriendo mucho para serlo. Habría que preguntarles a Luís Sánchez o a Pablo Castillo ya que ellos sí lo han ganado y en varias ocasiones pero, claro, ellos no tienen un blog para ir contando sus cosas.

Supongo que hay que estudiar libros y empaparse de teoría y posiciones típicas; no ahora, sino durante el año. Practicar regularmente pero sin pasarse, no es plan llegar al torneo cansados. También es importante tener una cierta dosis de suerte pero eso se tiene o no se tiene.

Lo que sí podemos hacer -creo yo- es tener un poco pensado qué juegan nuestros principales rivales y qué estilo de juego nos conviene. Para lograr eso hay que conocer bien a nuestros adversarios y saber qué les molesta.

Por ejemplo:

Luís sale de dama y le va el juego posicional pero no os engañéis. Si puede daros mate, lo hará. Posiblemente donde más flaquea es en las posiciones locas y con mucho cálculo aunque, por desgracia, eso le pasa también al 99% del planeta así que, si os pasa lo mismo, lo tenéis crudo contra él. Es un jugador muy completo y seguramente el rival más difícil. Afortunadamente, con negras juega la Caro-Kahn y ahí suele pasar algunos apuros para ganar partidas que huelen a tablas. Siempre dice que tiene que dejar la Caro-Kahn pero nunca lo hace... Por algo será.

A Pablo le va la marcha y probará de jugaros el Gambito de Rey con blancas y la Defensa Aliojin con negras. Contra peón de dama creo que juega la Benoni. No juega contra la posición sino contra el hombre así que a veces su ajedrez puede parecer un poco truquero. No es la primera vez que levanta partidas perdidas con una "suerte" que ya es proverbial. Pero claro, la suerte es para el que la busca. Por último, ¡ojo! que a veces se prepara concienzudamente las partidas.

Andrés Rojas, otro de los candidatos, se pirra por las españolas -con blancas y con negras- aunque suele esquivar el Marshall. Experimentado, suele buscar la victoria y a menudo la consigue pero, si tuviéramos que hablar de alguno de sus defectos, éste sería el zeitnot. Con poco tiempo suele ponerse nervioso -a veces incluso enfadadizo- y no atina tanto...

De Fontanillas os diré bien poco porque soy yo mismo y tampoco voy a desvelar aquí mis secretos. Simplemente os diré que mi color favorito es el rojo y que no he preparado especialmente este torneo... ;-)

José Gómez sale de rey y le gusta atacar. Suele buscar esquemas agresivos con e4 y f4 para atacar el flanco de rey. Varia bastante su juego y contra la siciliana juega la abierta o la cerrada según el día. Con negras hace de todo, como Pircs o Francesas. Su principal defecto quizá sea que a veces se mete en líneas que no conoce del todo y su rendimiento es irregular pero si tiene el día puede darle problemas a cualquiera.

Jordi es otro jugador que varía mucho en aperturas aunque tiende más al juego de rey y a defenderse con sicilianas. Su principal virtud es que es infinitamente luchador y jamás tira la toalla así que no es extraño verle remontar posiciones ligeramente inferiores (lo mismo pasa con Ricard). Si tuviera que buscarle un defecto es que no estudia mucho las aperturas y a veces se le puede enganchar. Pero estad alerta porque tiene hambre de títulos y ya sabe lo que es ganar a gente como Javier Piñero o Jordi Moreno.

Pienso que Poyato cuando más rinde es con las damas en el tablero. O sea que rinde menos sin ellas. Se defiende con francesas y sale de dama. Es luchador pero a veces comete errores garrafales de tanto buscar el punto. En rápidas suele ser letal.

Abascal es un tipo difícil de ganar, conocedor de los viejos torneos de la Unión Soviética, pero ahora ya no se entrena y muchas veces ya está contento con las tablas. Eso sí, id con cuidado porque más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Por último, Javier Carmona está exhibiendo una buena progresión así que habrá que ver cómo le va en el Social. El año pasado ya ganó -con un poco de suerte- a Riera. Se le dan bien los finales pero a veces quizá cambia demasiadas piezas para llegar a ellos.

Espero que nadie se enfade por mis comentarios. Son apreciaciones subjetivas que tienen por objetivo desentrañar el estilo de los principales aspirantes al título y, ¿por qué no? obligarles un poco a renovar el repertorio. Ya sabéis lo que dicen. Renovarse o morir.