Ha comenzado la Copa del Mundo de 2009 en esa localidad impronunciable de Siberia y solamente quedan ya dos valientes: el veterano Gelfand y el joven Ponomariov, que ya parece viejo porque hace mucho tiempo quedó campeón del mundo FIDE con 19 años. Tienen 2700 pero nunca han llegado a ser considerados auténticos números uno pese a tener una calidad incuestionable. De Gelfand sabemos que juega un ajedrez muy posicional y que no suele perder partidas y de Ponomariov que se le da bien este formato KO y suele llegar muy lejos.
La Copa del Mundo cada vez está más devaluada y ya no otorga automáticamente el título de campeón mundial pero sigue siendo un buen trampolín para estar en el candelero y aspirar a meterse en la lucha por el título.
La verdad, y es solamente mi opinión, es que no se acaba de tener un sistema justo y ágil sobre el campeonato del mundo. Los KO favorecen la suerte y que tengamos campeones inesperados que luego no pueden mantener esos resultados. La liga parece lo más justo pero luego la cosa se alarga mucho. Además, ¿quién debe entrar en la liga? Los matches largos adolecen de lo mismo y sinó mirad el futuro duelo entre Anand y Topalov. Es ya un duelo caducado. Todo el mundo sabe que el más fuerte ahora es Carlsen pero está fuera de la lucha inmediata. Lo mismo le ocurrió a Aronian cuando vivió un momento dulce de forma.
En resumen, que quizá tendríamos que volver a los zonales, interzonales y toda la pesca ya que no se acaba de tener un buen sistema. Además, los "buenos" juegan entre ellos cada semana de manera que cuando juegan por el mundial la cosa está ya muy trillada y da la sensación de "más de lo mismo". Tengo un poco aburridos a los TOP. ¿Alguien opina lo mismo?
2 comentarios:
Hola Joan,
Interesante artículo, viendo a Gelfand da la impresión de que debe hacer mucho frio por Israel. Bueno en serio, el problema principal es la FIDE, este organismo es una autentica mafia que solo se preocupa por hacer “chanchullos” y agrandar su poder, el ajedrez les importa un “bledo”. Con respecto al Campeonato del Mundo les interesa más sacar "tajada" que el campeonato sea exitoso.
Desde que Kasparov se separó de la FIDE en lo referente al Campeonato del Mundo (no lo justifico creo que fue perjudicial para el ajedrez), este ha ido de “capa caída”.
Referente a los jugadores actuales que están capacitados para optar al Campeonato del Mundo, le hacen el juego a la FIDE. A ellos económicamente ya les va bien, siempre juegan grandes torneos, siempre entre ellos, sin mezclarse con las “castas” inferiores. Esto lleva a lo que tú dices, la gente empieza a estar cansada de las mismas caras y a partidas casi clonadas.
También estoy de acuerdo que la solución sería volver a una clasificación con Zonales, Interzonales y matches de candidatos, con un candidato que se jugara el título con el campeón en un match como los de antaño.
Creo que el Campeonato del Mundo recuperaría el prestigio perdido y como consecuencia de ello a los posibles patrocinadores les podría salir más a cuenta rascarse el bolsillo.
Pero insisto, esto, ni a la FIDE ni a los jugadores de elite les interesa. A la FIDE le representa un esfuerzo organizativo y no sacar demasiada “tajada”. Y a los jugadores de elite les representa un esfuerzo económico (tienen que pagar un equipo de segundos y estos torneos tienen premios muy precarios para lo que ellos están acostumbrados) y de dedicación (tienen que prepararse muy bien, no se pueden permitir un desliz), por otro lado este sistema (al ser más “democrático”) no deja de ser peligroso para ellos, ya que puede permitir que se cuele algún “jovencito” que les dispute el pastel.
Como verás, soy muy pesimista respecto de que la situación cambie.
La época dorada del ajedrez fue en parte gracias a que la URSS se lo tomó como una cuestión de estado. Sin el morbo de la guerra fría el ajedrez está perdiendo gas en cuanto al interés del gran público. Todo el mundo sabe quién es Kasparov pero mucha menos gente conoce ya a Kramnik, Topalov o Anand.
Yo creo que el falso tópico de que el ajedrez es para gente lista y/o rara en cierta medida nos beneficiaba y dabs un extraño prestigio al juego. Ahora, cuando uno ve que los jugadores de élite acuden a jugar torneos en camiseta o que juegan cada semana ha rebajado el interés de la gente. El glamour que poseía el ajedrez como juego de salón -casino, si me apuráis- ha dejado paso al cotidiano ajedrez como actividad extraescolar para niños. La imagen que tenemos de los jugadores actuales es que miran sólo por el dinero y la ambición deportiva de ganar ciertos torneos pasa a un segundo plano. Antiguamente también se hablaba de dinero en los matches -como Alekhine y Capa- pero primaba más la lucha de egos y la épica.
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