Como hoy no tengo grandes novedades que contar, me limitaré a comentar algunos de los sucesos más destacables que he leído estos últimos días...
En primer lugar, Carlsen ganó en el London Chess Classics y confirmó que estamos ante el advenimiento de una nueva era en el ajedrez. El joven noruego de 19 años no solamente le dio un buen repaso a Kramnik sinó que además se ha colocado con un elo de 2810 (!) y se sitúa primero de la lista elo mundial. El ascenso de este chaval es tan fulgurante que ha caducado el próximo duelo por el título mundial entre el búlgaro Topalov y el indio Anand antes de que comience. Me pregunto si, cuando Fischer comenzaba a despuntar, despertaba esta misma sensación. Menos mal que Fischer no ha llegado a ver la supremacía de Carlsen porque su ego megalómano no hubiera podido soportar que alguien emulara y mejorara sus logros en los años setenta...
Otro tema que ha captado mi interés ha sido el triunfo del napiudo Boris Gelfand en la Copa del Mundo ante Ponomariov. Ganó por pelos, después de empatar en el marcador varias veces e imponerse en las partidas de desempate. No es un número 1, evidentemente, pero su clase como jugador merecía algún triunfo reseñable y aquí lo ha conseguido. Desde aquí mis sinceras felicitaciones, aunque dudo que las lea...
He leído en ajedreznd que el próximo por equipos de Catalunya contará con dos equipos formados por internos de un centro penitenciario: el Lleida C y el Lleida D. Más allá del recelo inicial que esta medida puede suscitar, me parece una buena idea para que esta gente se encauce en una dinámica sana y ¿deportiva? Respetar unas reglas de juego y aceptar tanto las victorias como las derrotas es una buena manera de acoplarse a lo que es la vida en sociedad. Además, la práctica del ajedrez enseña una cosa muy importante. Que hay que pensar y luego actuar -mover- y no a la inversa, que uno es el único responsable de sus decisiones y que siempre pueden hacerse mejor las cosas. El MC del Colón, Jordi Moreno, me comentó en una ocasión que había dado simultáneas en una prisión y que la experiencia había sido muy enriquecedora para ambas partes. Así hay que tomarlo.
1 comentario:
Bien Catulo, bien.
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