lunes, 26 de marzo de 2012

Sant Martí B gana diez partidas en Cornellà


Como puede verse aquí, el Sant Martí B despidió la temporada por la puerta grande, derrotando por un sobrenatural 0 a 10 al Cornellà B. Todos ganamos, hasta yo, que no ganaba una desde tiempos inmemoriales.
Por incomparecencia ganaron dos de nuestros jugadores más en forma, Dani Porras y Nicolás Lu. Cuando alcé la vista ya íbamos 6 a cero y es que nuestros rivales, matemáticamente ya descendidos, alinearon 5 1700, en su mayoría niños. Las partidas de los primeros tableros duraron algo más ya que por delante presentaron 3 1900 largos. Pariente acabó relativamente pronto al aprovechar imprecisiones del rival, Fontanillas jugó tácticamente y hasta entregando un peón con un señor que jugaba a toda pastilla y Manel Riera acabó el último pero demostrando mucho oficio ante un rival muy convincente. Con nosotros se estrenaba la madre de Elena Casset, Pilar Bello, que también venció. De tal astilla, tal palo.
La verdad es que personalmente no me molesta cuando un rival alinea un equipo más flojo de lo habitual. En primer lugar, los anfitriones fueron muy acogedores y nos brindaron un local muy agradable para jugar, con marcadores informatizados y todo. En segundo lugar, cada cual sabe lo que conviene más a su club y, si nos encontramos con un rival más debilitado, mejor para nosotros. Si mirásemos el pasado de todos los clubes con un mínimo de historia veríamos que nadie sale impoluto en este tipo de situaciones. No creo que esto sea adulterar la competición, como a veces he leído. Los clubes con muchos equipos a veces tienen que hacer malabarismos para completar los equipos.
En lo particular, mi partida fue muy digna y me devolvió las ganas de jugar ya que, siendo justos, este año merecía haber sacado 1,5 puntos más y hasta habría ganado elo (me quedaré con 2100 justos, uff). En la primera ronda perdí una partida GANADA (por si lo lee mi rival) y la semana pasada perdí un final elemental de oposición a lo niño pequeño. El caso es que viviendo a tanta distancia del club y en un pueblecito casi no tengo contacto con los torneos y madrugar en domingo se hace muy duro. Me llegué a plantearme dejarlo definitivamente pero ganar jugando bien en la última y hacer el parón me dará oxígeno para motivarme.
El Sant Martí finaliza tercero de grupo, con 5,5 puntos. Algunos pueden ver esto como un mal resultado, siendo los primeros de los que no suben, pero en vistas de que el año pasado, en segunda división, la categoría nos quedó muy grande, no subir no es ningún drama. Al contrario, contamos con varios jugadores que o no juegan casi nunca o juegan mucho, quizá hasta demasiado. Se trata de tomar aire, mejorar para el año que viene y volver por nuestros fueros.
Me esperanza mucho ver que gente como Elena y Nicolás tienen tanta hambre de ajedrez. Seguro que progresan mucho en un año. Dani parece que vuelve a la carga y gente como Beto, Manel o Jordi siempre están dispuestos. David ha sido un primer tablero muy solvente así como el resto de compañeros. Y Pariente, recientemente padre, ha demostrado que siempre hay un hueco para jugar si uno quiere. Son ellos los que, con su amistad, hacen que merezca la pena levantarme a las cinco y hacer 68 kilómetros.

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