En este post resumiré mi pequeña aportación al ajedrez de Vic, neblinosa localidad en la que he trabajado como profesor durante cuatro cursos completos. Vic tiene tradición ajedrecística, un club que milita en preferente territorial y con el que hemos jugado este año los del Sant Martí B. No recuerdo el resultado por equipos pero diría que yo gané mi partida en el tablero uno con algo de suerte.
En fin, los dos primeros años no hice nada de ajedrez ya que había un excelente monitor llamado Marco. En el tercer año sucedió algo curioso. La directiva sabía de mi afición por el ajedrez y me ofreció desarrollar una asignatura de ajedrez en horario lectivo para los alumnos de 1º de ESO (11 años de edad). Se trataba de dos horas semanales.
Tuve una treintena de alumnos de ambos sexos. Lo primero que hice fue asegurarme de que supieran mover las piezas, luego les enseñé a apuntar. Utilizaba media hora para enseñar conceptos varios -elementales, como la conveniencia de enrocarse, dominar el centro, aprender los mates básicos...- y el resto lo dedicábamos a jugar. Les obligaba de apuntar las partidas en una libreta -y así las podían continuar al día siguiente- e incluso les hacía un examen de ajedrez con diagramas y preguntas de nivel variable. Les di recursos on-line para jugar con el ordenador e incluso les orienté para que ficharan por el Vic -por proximidad-, si querían entrar en el ajedrez federado. Los chicos progresaron mucho, con sinceridad, y creo que fue porque al ser una asignatura que aparecía en el boletín de notas pues se lo tomaban más en serio al ser una especie de Crédito Variable.
Lamentablemente, la cosa no tuvo continuidad ya que al año siguiente, el cuarto, mi horario lectivo y laboral se completaba con otras asignaturas -que obligatoriamente tenía que cubrir- y no había espacio para el ajedrez. Aún así este año he dedicado entre uno y dos patios por semana -sin cobrar- para que los chicos pudieran seguir jugando e incluso monté un torneito entre los de 1º de ESO de este año. Siendo de nuevo una extraescolar, el número de alumnos fue menor y la progresión mucho más lenta ya que, siendo en el recreo, no podía plantearlo como una asignatura más.
El torneito fue una liguilla entre ocho chavales aunque otros muchos iban y venían según las ganas puntuales de jugar -competir con el fútbol es duro-. Hubo trofeos para los tres primeros y la clasificación final fue así:
1º Adrián Peso, 8 puntos
2º Iván Moreno, 5 puntos
3º Albert Sarrat, 5 puntos
4º Jordi Dot, 4,5 puntos
5º Marouane Sekkali, 3 puntos
6º Joan Manel López, 2 puntos
7º Cristian Blanco, 1,5 puntos
8º Youssef Madani, 0 puntos
Durante dos años hemos tenido un acuerdo de colaboración entre el centro y el Sant Martí. El centro ha conseguido material ajedrecístico que quedará ahí para siempre y el club aspira a lograr subvenciones interesantes, si los recortes presupuestarios no lo impiden.
El año que viene ya no estaré allí pero la semilla ya está plantada. De momento estoy intentando que el torneillo tenga continuidad. Igual un día, os toque un jugador de Vic y os contará que empezó a jugar en su instituto...
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