El aforismo es una sentencia breve de ánimo doctrinal, fruto de la experiencia, que pretende resumir en una sola frase lo que probablemente hubiera requerido un tratado filosófico entero. Por su brevedad, en estos tiempos que corren, el aforismo goza de un cierto renacimiento y muchos son los autores que han buscado en el aforismo una forma de expresión, por ejemplo, el archiconocido Friedrich Nietzsche.
El ajedrez no es ajeno a este tipo de estrategia narrativa y frecuentes son los aforismos que centran su atención en el ajedrez. De hecho, abundan en numerosos libros, revistas y blogs recopilaciones de aforismos sobre el ajedrez. Lo que no es tan habitual, creo, es que alguien publique sus propios aforismos.
Por eso mismo, aquí os dejo en primicia aforismos de fabricación propia:
- Quien devora libros de ajedrez con la esperanza de aprender acaba siendo devorado por esos mismos libros.
- El ajedrez es una amante que pide y ofrece mucho pero que entrega bien poco.
- El jaque avisa de lo que podría ocurrir y el mate avisa de lo que ha ocurrido.
- Muchos jaques no valen lo que un mate.
- En vano creen los peones que el rey protege su espalda.
- Si alguien confía en que un rey le cubra la espalda es que merece ser peón.
- De nada le sirve al caballo saltar pues cada brinco le devuelve al tablero o peor aún: a la caja.
- A todo ajedrecista le acompaña como una negra sombra el miedo a la derrota.
- Quien teme perder acaba temiendo jugar.
- El ajedrez es un juego muy racional que se practica por motivos irracionales.
- La vida es como una partida de ajedrez en la que por muchas jugadas que realices tu reloj siempre está en marcha.
- Las piezas fluyen pero el tablero permanece.
- La afición de todo ajedrecista es directamente proporcional al número de puntos que ha obtenido.
4 comentarios:
Buenos tus aforismos ajedrecísticos. Me han gustado especialmente el primero, el tercero y el noveno: grandes (divertidas o amargas) verdades. Saludos.
Gracias, el 1 y el 9 también me gustan mucho. Cuando sopla el viento creativo hay que izar las velas, jeje.
Bravo catulo. El 1 es muy cierto, a mi me ocurrió una vez que estudiando un libro de finales del gran Keres, éste (el libro, no Keres) me pegó un bocado y me cortó todas las uñas. Ni me dí cuenta...
¡¡¡Feliz Jaloguíns!!!
Feliz Jaloguins! Últimamente paso poco por el club pero sigo ahí...
Publicar un comentario