El veterano excampeón del mundo, Anatoli Karpov ha logrado hoy sumar una victoria a su casillero al imponer una calidad de más frente al entrenado Kasparov. En la segunda partida, Gary Kasparov volvió a ganar y queda un rotundo 3 a 1 a favor del más joven. Y es que doce años de diferencia se notan mucho cuando uno tiene 58 y el otro 46, especialmente, a ritmos no lentos.
Estos revivals no me gustan. No sólo porque acentúan la decadencia del jugador más veterano -lo mismo ocurrió con Spassky en el 92-, sinó también porque indirectamente ningunean a los jugadores actuales. Se está dando la sensación -falsa- de que el ajedrez envejeció y murió con las dos K's. Y eso no es nada bueno. En cualquier caso, si el ajedrez está dejando de ser mediático para el gran público es porque ya no hay un enfrentamiento velado entre superpotencias (como en Fischer y Spassky) ni una maquinaria propagandística como la de la URSS.
Para mi, la victoria del soso Kramnik ante un Kasparov incapaz de ganar una sola partida fue histórica, un parricidio cuanto menos, y el sensacional duelo de los lavabos entre el búlgaro Topalov y Kramnik fue apasionante y tan intenso como el que más. Sin hablar del paseo militar de Topalov en San Louis. Quizá si hicieran los matches por el campeonato mundial tan largos como antes volverían a ofrecer interés e intensidad psicológica y dramática.
Estos revivals no me gustan. No sólo porque acentúan la decadencia del jugador más veterano -lo mismo ocurrió con Spassky en el 92-, sinó también porque indirectamente ningunean a los jugadores actuales. Se está dando la sensación -falsa- de que el ajedrez envejeció y murió con las dos K's. Y eso no es nada bueno. En cualquier caso, si el ajedrez está dejando de ser mediático para el gran público es porque ya no hay un enfrentamiento velado entre superpotencias (como en Fischer y Spassky) ni una maquinaria propagandística como la de la URSS.
Para mi, la victoria del soso Kramnik ante un Kasparov incapaz de ganar una sola partida fue histórica, un parricidio cuanto menos, y el sensacional duelo de los lavabos entre el búlgaro Topalov y Kramnik fue apasionante y tan intenso como el que más. Sin hablar del paseo militar de Topalov en San Louis. Quizá si hicieran los matches por el campeonato mundial tan largos como antes volverían a ofrecer interés e intensidad psicológica y dramática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario