Últimamente no me he prodigado mucho escribiendo y es que, entre haciencia, los recortes zapateriles y las obras de casa, ando muy atareado y apenas puedo escribir algunos comentarios en los blogs.
Esto me lleva a pensar que un detalle que muchas veces obvian las crónicas de ajedrez son las circunstancias biográficas de los jugadores que, quieras o no, influyen en sus resultados. Quizás a nivel profesional esto queda en un segundo lugar ya que el ajedrez centra sus vidas y suelen tener "ayudantes" que les evitan todos esos ajetreos no ajedrecísticos. Aún así tarde o temprano surgen acontecimientos como muertes de familiares, rupturas sentimentales, un dolor de barriga... que pueden mermar cualquier actuación ajedrecística. Supongo que cuando todo marcha bien a nivel extraajedrecístico también debe ayudar indirectamente a cosechar buenos resultados en torneos.
En jugadores amateurs esto pesa más. En primer lugar, los estudios o el trabajo suelen pasar factura al nivel ajedrecístico de uno cuando hay picos de faena, exámenes... Una solución pasa por abandonar los estudios o dejarlos en segundo plano -un desastre en mi opinión ya que la incultura nunca es deseable- o, si se trata del trabajo, laborar a medio gas -un lujo que pocos se pueden permitir, creo-. En segundo lugar tenemos la familia, la salud... que afectan a todos por igual, sean profesionales o amateurs.
El amateur tiene que aceptar que nunca podrá dedicarle al ajedrez todo su tiempo. La familia, el trabajo, los estudios... siempre mermarán su progresión. Por eso creo que el amateur tarda más en alcanzar su techo -si aprovecha los huecos en su agenda para aprender cositas- mientras que el profesional progresa más rápido y alcanza su techo a una edad relativamente joven. Cierto es que cada caso es un mundo pero suele ser así. El amateur tiene la oportunidad de seguir progresando cuando por edad ya entra en declive físico porque, como nunca alcanzó su techo, la adquisición de nuevos conocimientos -si es regular- suple el bajón de la edad, al menos, durante un cierto tiempo.
Por eso, cuando perdamos, consolémonos en que hay otras cosas en nuestras vidas y, cuando ganemos, olvidemos que a nuestros rivales también les afectan las mismas cotidianidades que a nosotros.
5 comentarios:
Cierto Catulo, además hay que añadir que a cada uno por su carácter le afecta más una cosa y menos otra. Yo por ejemplo, me afecta relativamente poco mis problemas estomacales pues ya estoy es cierto modo acostumbrado a perder algo de tiempo con la famosa caca de las 10h. En cambio las "cagadas" sentimentales me afectan muchísimo. El modo en que ganas o pierdes cuenta más que la victoria o derrota en cuestión. Porque al fin y al cabo somos humanos y a mucho orgullo...
Hola Joan,
Date cuenta lo injusta que es la vida, haces un articulo follonero y te entra la gente a paladas y sin embargo haces un articulo razonado y con argumentos, y solo entra el Jordi. ¿Anónimos donde estáis? País, que decía el Forges.
jaja, mira Roger, esto es como el cine de autor y parque jurásico. Cada uno tiene su público (!).
Bueno, no es ningún secreto que la gente (sobre todo la gente anónima) no está interesada en los razonamientos sino en meter caña. Prueba a hacer un post sobre historia de la filosofía y ya verás como no comenta nadie...
De todas formas tampoco se me ocurre mucho que aportar. Es evidente que quien más tiempo le dedique al ajedrez o a lo que sea progresará más y que cuantas más cosas tengas en la cabeza más difícil será concentrarte en el ajedrez.
Si quieres debate podemos hablar de si abandonar los estudios (que entiendo como dejar el colegio/instituto/universidad) implica necesariamente incultura, como me ha parecido leer:-)
Sobre la incultura: hay que distinguir dos usos de la palabra cultura.
En sentido antropológico, todo es cultura desde saber usar una cremallera o una cuchara hasta leer a Platón.
En sentido elitista, no todo es cultura. Supone que hay ciertos contenidos que son esenciales o más importantes que los demás.
Por supuesto, me ciño a la segunda. No digo que no tener títulos implica incultura sinó que no estudiar o dejarlo en segundo plano colabora a no estar "más formado". Uno puede estudiar o leer por su cuenta sin pisar una escuela pero tener cultura (elitista). Pero... si uno hace eso, lógicamente irá en detrimento del ajedrez.
Otro tema sería si incluímos el ajedrez en la cultura elitista o no, que es otra interesante posibilidad. Si lo consideramos meramente un juego, bufff... pero si lo consideramos ciencia o arte, pro ejemplo, no está tan reñida la cosa.
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