El indio Viswanatan Anand, campeón del mundo de ajedrez, ha retenido el título al ganar con negras al aspirante, Vaselin Topalov, en la ciudad búlgara de Sofía. Jugaron un Gambito de Dama (Variante Lasker, con un Ce4 simplificador) y Anand se la jugó con un agresivo f5 que entregaba peón a cambio de iniciativa. El búlgaro aceptó el reto, consciente quizá de que el indio tenía mejores chances si llegaban a los desempates de semirrápidas, y acabó perdiendo en un final de torre y caballo vs dama hindú.
Anand retiene el título, jugando en el país del aspirante -Bulgaria- y con negras. A nadie se le escapa que con Kasparov en activo otro gallo hubiera cantado pero es un título muy merecido para un jugador que siempre ha demostrado ser muy deportivo y que proyecta una imagen muy sana del ajedrez.
El tiempo va colocando a cada uno donde se merece y Anand, junto a Kramnik, ha demostrado durante muchos años que es un digno sucesor del ogro de Bakú, el temible Gary. De todos los satélites que han girado en torno al sol kasparóvico, Ivanchuk y Topalov quizás hubieran merecido algo más pero ya se sabe que hay muchos Keres por el mundo, y no sólo en ajedrez.
Anand debe disfrutar ahora del presente, porque el futuro... es noruego.
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