Se aproxima el match del siglo

No recuerdo con exactitud todos los duelos que he protagonizado junto a mi gran amigo Jordi Sabater, todos ellos no oficiales porque ambos solemos jugar sociales y torneillos por el estilo. De hecho siempre ha habido mucha igualdad en nuestros encuentros porque hemos ido evolucionando al mismo tiempo y el nivel del uno nunca se ha desviado mucho del del otro.
Si no recuerdo mal, el primer duelo sucedió a principios de los noventa en un Social SMA y terminó en tablas. Luego llegaron algunos más, también tablíferos, aunque yo gané uno con una variante dudosa del Gambito de Rey que me preparé (¡saliendo yo de rey!) y que me reportó un peón de más pasado.
En el Social Colón -Saba estaba intratable a mediados de los noventa- me zurró en una partida que yo tenía ganada -creo- pero que en los compases finales él supo remontar con astucia y tesón.
La igualdad se rompió nuevamente a mi favor, años más tarde, otra vez en el Social Sant Martí en uno de esos Sociales que ganaron Pariente o Òscar Ruiz. Cambié el repertorio con negras y entré en una variante de la Francesa que seguramente Jordi no había previsto. Nos metimos en un final de torres y, como mis peones estaban más alejados que los suyos, pude ganar esa partida.
Luego vino una maratón de seis partidas en el match a pleno sol que disputamos un verano en el parque de Diagonal Mar, al aire libre. Empatamos tras dura lucha los dos primeros lances y luego gané yo los dos siguientes. La primera victoria tuvo lugar con una Eslava del Cambio que yo había estado puliendo en los opens veraniegos. Jugué muy bien pero en pleno recital he de confesar que me dejé una pieza y no nos dimos cuenta. Sólo lo vi días más tarde al analizarla con Fritz. La segunda victoria llegó en un final de alfil contra caballo malo y atrapado en campamento enemigo. Parecía que ganaría el match con contundencia pero Jordi remontó y ganó los dos ultimos duelos, empatando el match. Su primera victoria vino por ataque al rey en una Francesa muy suicida -me entregó- que Fritz hubiera refutado pero que yo, con semejante meollo de piezas, no pude. Su segunda victoria vino a consecuencia de un error garrafal en la apertura que le dejó con pieza de más.
Más tarde hemos coincidido en el Social Diagonal Mar, donde gané una bonita partida con entrega de calidad y luego pieza, y en el Social Colón del año pasado en el que también gané tras una laboriosa partida, muy cerrada, con damas y caballos.
Ya no menciono aquí las innumerables rápidas y semirrápidas que hemos disputado porque sin planillas de por medio no las recuerdo todas. Solamente remarcaré que, en un final con calidad de más en un Social Activo Sant Martí, Jordi me coló un doble de caballo que le dió el punto y una copa.
Siempre hemos deseado lo mejor el uno para el otro y a menudo bromeábamos con la posibilidad de jugarnos un Social en el primer tablero. Pues bien, el momento ha llegado. Todavía quedan muchas rondas y no somos los únicos en lid, pero tendremos nuestro primer duelo en la cumbre de un torneo. ¡Sort Jordi!