Los clubes de ajedrez se desviven por tener una buena cantera. Los jóvenes son la alegría de la huerta, una promesa de futuro. Creemos ver en ellos una semilla de todo lo que nosotros no pudimos conseguir. Muchos -por ejemplo la FCE con su política de subvenciones- consideran que la cantera es un claro indicador de la salud de una entidad. Algo de razón habrá en ello...
Por consiguiente, todos tratan de conseguir y mejorar su cantera. Suele hacerse en forma de clases, para que mejoren y desbanquen a las viejas glorias. Desgraciadamente, perdemos a muchos por el camino -los estudios, las mudanzas, el fútbol, la novia... esos grandes truncadores de futuros prometedores, ¿verdad?- y todos nuestros esfuerzos por enseñarles, por prepararles para sustituirnos, se desvanecen con ellos. ¿Quién no ha visto desaparecer del mapa a algun muchacho en el que había invertido horas e ilusiones?
Para evitarlo, en muchos lugares optan por tenerlos muy contentos y se les organizan y pagan excursiones, torneos, trofeos sub nosequé... Mimos y más mismos, recreando el país de Mimosín, siempre entre algodones, "mi mamá me mima mucho" que dijo el sabio. La idea es que no se sientan abandonados, que no escuchen cantos de sirena procedentes de otras latitudes y acaben haciendo algo peor que dejar el ajedrez: pasarse a la competencia. Lo he visto en más de un club.
Con los canteranos de nivel normal suele bastar con esto aunque las circunstancias de la vida siguen erosionando nuestro planter y muchos siguen marchándose. Pero ¿qué ocurre cuando tenemos la "mala suerte" de que uno de nuestros canteranos destaca especialmente? Pues que los miedos a perderlo se redoblan hasta el delirio y no sin cierta dosis de razón. Los clubes paganinis se pirran por fichar a los chicos que destacan en otros clubes y comenzamos a ver la sombra de Florentino Pérez en cada esquina ofreciéndole unos dineros a la flor y nata de nuestro club para que, cual Figo, cambien de camiseta y nos abandonen.
¿Hasta dónde hay que mimar entonces? Pues hasta lo razonable. Es como con los hijos, hay que quererlos pero a veces hay que decirles "no".
En primer lugar, todo canterano debe ser consciente de los esfuerzos que hace su club por él -si lo hace, claro, porque en muchos lugares no se hace nada- y lo honesto es que el canterano piense qué hace él por su club. Porque mejorar en ajedrez es, principalmente, un beneficio para el propio jugador y no tanto para su club. Se supone que estudiamos y luchamos para subir nuestro elo y nuestro ego. Si de rebote subimos puestos en el escalafón del por equipos o ganamos más puntos para el equipo eso ya viene después. Lo primero es nuestra vanidad personal, no nos engañemos.
En segundo lugar, nunca debe traicionarse la filosofía de un club porque la entidad es más que cualquiera de sus socios. No es bueno hacer excepciones o tratos especiales. Nadie es insustuible, aunque su baja sea sinónimo de menos puntos o descenso asegurado.
En tercer y último lugar, la mejor manera de amarrar a tus jugadores, sean niños o ancianos, es hacerles sentir como uno más de la familia. Crear más lazos emotivos y no tanto económicos harán que esas personas vibren con el club y quieran quedarse en él. Hay que fomentar que los chavales participen de las pachangas del club, sociales, comilonas, que convivan con los demás y se sientan parte de un colectivo. Dicen que el roce hace el cariño, ¿no? pues hay que conseguir que los chicos pasen por el club cuando no hay escolar o por equipos, que les importe qué hace el equipo E, que aprendan a recoger las piezas, que no descarten estar un día en la junta...
Y no os engañéis, si el destino de alguien es marcharse porque ha convertido el ajedrez en su profesión o cree que en otros lados ganará más titulos o lo tratarán mejor, no podremos retenerlo eternamente. Con dinero no se compra el amor.
Y no leáis entre líneas, porque no hay esa intención. ¡Feliz me tiene nuestra cantera!
11 comentarios:
Discrepo bastante con tu escrito.
Primero de todo consideró desafortunado pensar que tan sólo se prepara a los jóvenes para desbancar a "las viejas glorias" y para "sustituirnos". Tan sólo creo que se prepara a los jóvenes para ayudarles a mejorar, sin más; y después como entidad puedes tener la suerte de que aparezca uno o más pequeños talentos. No creo que se prepare a un joven tan sólo pensando en el por equipos, me parecería un grandísimo error. No tan sólo se vive de ese torneo y considero que el gran plus de tener talentos es el prestigio que se le da a la entidad, tan sólo eso.
Segundo es que me parece un error que se "mime" a alguien para evitar que emigre. Es un discurso equivocado. No se debe mimar, se debe poner los medios de la entidad al alcance para que progresen todo lo posible; y si llegado cierto momento, la entidad no dispone de medios, lo lógico es ayudarle a que mejore en otro sitio, porque ¿qué mayor orgullo para un club haber hecho lo posible para que un talento se convierta en un crack?. Pero eso no es pasarse a la competencia, es intentar seguir mejorando y si en un sitio has tocado techo, es ley de vida hacerlo en otro. Acaso no es lo que hacian en Rusia cuando un pequeño crack tenía posibilidades, pues lo redirigían a una entidad de alto nivel donde pudieran explotar sus cualidades y eso es un honor, no una "navajada trapera". El problema es que alguien emigre y a la entidad que sea no le importe las razones o simplemente no haya tenido ningún interés en formar o en el por qué de esa huída.
Hablas de hacer tratos especiales, sigues en el mismo error, no se trata de eso, se trata de ayudar en lo posible a la progresión de ese (o esos) "diamante(s)" que tiene una entidad, que una entidad ha tenido la gran suerte de encontrarlo(les). Sufres de "endogamia" ajedrecística pensando que la vida ajedrecísitca se reduce tan solo a comilonas, sociales, pachangas, ...; eso son movidas que evidentemente fomentan el buen rollo entre quienes asisten, pero no creo que el fin de ayudar a una promesa sea meterlo en ese circuito de actividades o tan solo para que ponga o recoja piezas.
Las promesas no se va porque en otros sitios lo traten mejor (en principio), se van porque simplemente en otro sitio puede tener la posibilidad de seguir mejorando.
Por último, darte una cariñosa reprimenda (de buen rollo, jejeje) porque creo que no es tu blog (y por supuesto no intento decirte lo que puedes o no puedes decir en tu blog, solo faltaria) el escaparate donde debatir o exponer temas que bien sabes estamos tratando via mail la junta en un sondeo de opiniones, a la que por cierto perteneces. Aquí, lo más probable es que degenere en lo que seguramente no has tenido intención que ocurra, pero abres la posibilidad con tu escrito. Sobre todo, porque bien sabes que el debate de la junta no va por los derroteros que expones (tiene otros matices), pero mezclas cosillas que llevarán al error a más de uno.
Yo al contrario estoy muy de acuerdo y propongo que se hagan fotos de canteranos recogiendo piezas o dando clases. A ver quién sale...
Yo no estoy de acuerdo ni con la primera frase!!! Creo que los clubes que se desviven por tener una buena cantera son minoría. Yo la reformularía como "Hay clubes de ajedrez que se desviven etc etc". En Asturias lo tengo clarísimo (y yo vengo de un club que no es que tenga cantera, es que ES exclusivamente cantera) y en Catalunya no conozco tanto pero me atrevería a afirmar que también.
Trabajar por los chavales e intentar convertirlos en ajedrecistas buenos y fuertes, y a la vez sanos jugadores de club, no creo que sea mimarlos. El club da medios y oportunidades y a cambio pide seriedad y compromiso.
¿Que algunos se van? He visto casos de gente que se va a un club mayor, de gente que se va no sé por qué, o por cambiar, o porque se creen menos mimados que el de al lado, que siguen agradecidos de por vida, que hablan mal al marcharse, que simplemente olvidan... No puedes contentar a todos, así que es mejor tratarlos como personas, y no gastar tiempo ni energías en preocuparse de si se van a ir.
Justo a eso me referia Patty (menos mal que hay quien sabe escribir), que no puedes preocuparse de si se van o no, tan solo existe el deber de proporcionarles la mejor formación posible si existen medios claro. El resto como se suele decir, Dios dirá.
Mon, discrepo de tus discrepancias. ;-)
Me atribuyes que considero que la cantera sólo es para desbancar a viejas glorias. Luego dices que se busca que mejoren. De coña, pero léete otra vez mi escrito y verás que por este orden digo "mejorar y desbancar a las viejas glorias". O sea que digo que hay dos metas. En lo de mejorar nadie discrepa pues. Ahora, obviar que buscamos refuerzos para el por equipos (sea el A, o el B...) es -y no te enfades- ingenuo. El por equipos es el epicentro de todo club, es el torneo que determina de qué club somos, sin más. El resto son accesorios más o menos importantes.
Segundamente, dices que no hay que mimar a la gente. Fantástico, porque si relees mi escrito verás que yo también digo que nada de mimos. Otra cosa es que lo convirtamos en un debate nominalista sobre el significado de "mimar", que no es el caso. Digo que cuidar sí pero sin malcriar y supongo que en esto pensamos igual. Supongo que tu discrepancia va en el sentido de defender que no se debe lealtad alguna al club y que debemos alegrarnos si alguien prospera tanto que su club se le queda pequeño. Si yo pienso igual, pero un club debe pensar en sus intereses y dejar a la federación la promoción altruista del ajedrez.
Mi escrito nunca ha demonizado a quien se marcha de un club. Lo que digo es que con regalos y "tratos especiales" no se ata de verdad a una persona sino que se consigue con afectos.
En cuanto a la endogamia -he estado en cuatro clubes diferentes-, veo que confundes el tema de los fines. De fines -objetivos, metas- los hay de muchos tipos pero simplificando hay fines más inmediatos que son medios para conseguir otros fines más importantes. Para que alguien quiera quedarse cualquier actividad puede ser un granito de arena que sume afectos. Relee mi escrito y verás que el social, o las comilonas, o poner piezas no las pongo como fines últimos sino como medios para otros fines, como querer quedarse en elclub.
En cuanto a la reprimenda, ;-) ¿la junta habla de estos temas? Pues es la primera noticia que tengo de eso en mi blog. ¿Estás sugiriendo que la junta habla sobre esto? No sé quien merece el tirón de orejas...
Por último dices, agasajando a la cervantina Patty, "que no puedes preocuparse de si se van o no, tan solo existe el deber de proporcionarles la mejor formación posible si existen medios claro. El resto como se suele decir, Dios dirá". ¡Coño, pues eso digo yo en mis escrito! Tienes una manera de escribir que parece que donde hay sólo pequeñas diferencias haya océanos de desencuentro!!!
Un abrazo Mon, que te quiero mucho.
Lo del equipo E es una broma no ?
Y el tema viene por algo en concreto o por los multiples fichajes?
saludos
No va en broma, no. Ciertos matches del equipo E son batallas de especial relevancia en la que nos jugamos el honor... y la vida!
Lo de los fichajes es mera coincidencia. El tema de mi post es atemporal y no exclusivo del SMA.
Joan, debes tener el mail estropeado o nosotros tenemos tu mail equivocado o no estuviste en la ultima reunion, que si lo estuviste porque yo te vi allí o seria tu clon. Pero tanto en esa reunion como en los ultimos mails se ha hablado de este tema, así que abre el correo y ponte al corriente.
Además es curioso que hayas tomado el titulo del articulo de una broma que le hago a Jordi en uno de los mails con lo de Mimosin. Sera casualidad o es que realemnte has leido esos mails?
Mañana nos vemos, saluditos.
Mon, que lo que digo es que eres tú quien relacionas el tema de la cantera con lo que pueda hablar la junta. De ahí el bromista tirón de orejas. Que mi post es atemporal y no menciona a nadie en concreto porque situaciones así las he vivido en el Colón, for example. Otra cosa es que tú conectes ambas cosas EN PÚBLICO. ;-)
Por cierto, qué hiciste el sábado? Yo sufrí tanto que no pude ni bajar a veros...
Hiciste bien en no bajar, jeje, hice un nuevo amigo tras realizar un movimiento en la apertura, digamos irregular (por no decir malo de narices) que me lastro el resto de la partida, que aunque intenté remontar por todos los emedios y que casi consigo "robarle" unas tablas, finalmente mi joven contrincante apeo sus nervios en el final tras una serie de imprecisiones y consiguió imponerse como se preveía. Fue un casi ...
Bueno, tranquilo, esta semana Luis me dará un repasillo mientras Beto se las promete felices en el tablero 2...
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