Más de uno dirá... ¿y quién este David Peña Mor? Pues un chicuelo que anda por el club y que apunta maneras para alegría nuestra. Por ahora apenas tiene 1700 o quizás un poco más. ¿Qué más da su elo? El caso es que desde el primer día lo he visto con un interés sobrehumano en aprender. Por su cuenta mira teoría. Sí, sí, por su cuenta. Absorbe conocimientos como si fuera una esponja, tanto en clases como en análisis. Te estruja todo lo que puede, te pregunta, te pide que mires su partida y se la comentes... Genial. Además mira la teoría, memoriza líneas y trata de entenderlas, se sabe un montón de jugadas y nombres de variantes, claro síntoma de que este chico puede llegar lejos. El otro día me hablaba de la variante Breyer y de la Zaitsev en la Ruy López.
Pero eso no es todo. David no corretea por los pasillos, no arma barullo en las clases. No está allí aparcado como tantos otros niños en la guardería que algunos creen que es un club de ajedrez. Este viene porque le gusta, porque quiere aprender de verdad. Cuando las partidas acaban incluso AYUDA A RECOGER EL MATERIAL. No sé, quizás se me va la olla, pero veo a un futuro Ricard, un Manel o un Jordi en este chaval. Quizá luego se tuerza o deje el ajedrez por causas diversas pero por ahora tenemos en este chico un auténtico diamante en bruto. Ajedrecística y humanamente...
4 comentarios:
Le has pedido permiso al chico para poner nombre y apellidos ?
No soy Belén Esteban. Su nombre y apellidos también aparecen en los sorteos así que a mi plin.
Felicidades Joanet cuanta razón tienes, estoy contigo... ...y con David.
vaya anonimo toca huevos
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