Husmeando en internet he visto que han plagiado uno de mis relatos: La musa. El relato es consultable desde hace años en la sección de relatos del CE Sant Martí. Para detectar estos casos, basta con poner una frase de tu relato en el google y en un plis aparecen los culpables porque, señores, es un relato registrado y protegido por los derechos de autor.
La copia barata, que cambiaba el título, los nombres de mis personajes y recortaba la historia, ya ha sido retirada tras mi queja en una web de noticias en general.
Lo más curioso es que recortaron un plagio anterior, todavía más burdo, de otra web en la que se limitaron a cambiar el título y el nombre de los personajes manteniendo el texto original casi en su totalidad: No incluyo el plagio original porque esta segunda web implicada ha respondido rauda a mis quejas y lo ha quitado. Era una web de relatos y, por lo visto, uno de los usuarios registrados se pasó de listo y colgó el mío.
¡Colgad mis relatos pero usando mi nombre, leñe!
5 comentarios:
¡A mi me lo vas a contar!
Suscribo, palabra por palabra, tu comentario. Es indecente que no te citen.
Siento lo que te ha pasado, Catulo. Consecuencias de "compartir" abiertamente un material creativo... Vivimos en una época de plagios "globalizados", ¡si hasta directores de la Biblioteca Nacional han sido denunciados por plagios de páginas y capítulos completos! (noticias que han salido en la prensa). En fin, que las (tus) musas te sigan persiguiendo. Saludos.
Internet, amigo Gude, ilustra perfectamente el mito del anillo de Giges. La aparente invisibilidad que nos otorga este medio envalentona a la gente y toman prestado lo que no debieran.
pues ya podrían haberte publicado luego el relato con tu nombre.
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