En el siglo XVII había muchos jugadores que en España denominaban al alfil "ARFIL". Lejos de considerarse una mala pronunciación del término, se llegó a conjeturar una etimología que lo hacía proceder del griego (aréfilos) como amado (filós) de Ares, el rey de la guerra. La teoría se sustentaba en la creencia que el ajedrez proceía de la petteia griega, cuya invención se atribuía al héroe Palamedes.
Luego acabó triunfando la etimología que lo derivaba del "elefante" persa. Puede que etimológicamente sea la opción correcta pero si atendemos a la representación de los alfiles en el medioevo, parecen ser más bien guerreros, arqueros... y no elefantes. Quizá tenían algo de razón.
Es una pieza muy controvertida y por ese motivo en diferentes lenguas se le llama de maneras muy distintas: läufer (corredor, en alemán), fou (bufón, loco en francés), bishop (obispo, en inglés)...
1 comentario:
Me quedo con "Bishop" (sólo hay que ver las posturas del Arzobispo de la Iglesia en la serie de Toledo de Antena 3... ¡¡Es igualito que el Alfil!!)
Publicar un comentario