Jordi Sabater no es el único ajedrecista relacionado con un gato. El caso más famoso es el del ya desaparecido excampeón mundial de ajedrez Alexander Alekhine. Siempre se habla de su brillante juego, incluso de su posible relación con el bando nazi durante la Segunda Guerra Mundial, pero no suele hablarse mucho de su afición por los gatos. En la foto tenéis a uno de sus gatos siameses. Podría tratarse de Lobeidah o de Chess. Se lo llevaba a las partidas con Max Euwe ya que su rival era alérgico a los gatos. El gato se tumbaba en el regazo de su amo y en ocasiones llegaba a saltar sobre la mesa y husmeaba las piezas. No sé vosotros, pero yo no hubiera jugado en esas condiciones. ¡Euwe era un santo! Según contaba el mismo Euwe, Alekhine llegó a vestir un suéter con el bordado de un gato.
2 comentarios:
Un nazi cabroncete haciéndole juego sucio a un santo como Euwe, que curioso...
Fíjate que el Doctor Maligno tenía gato y que el malo de Espectra y el del Inspector Gadged también...
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