Leyendo esta entrevista hecha a Carlsen y a Aronian, uno puede comparar sus personalidades así como aspectos que no suelen destacarse en las noticias de ajedrez.
Lo primero que quiero decir aquí es que leyéndola, he podido comprobar que Carlsen solamente sabe opinar de ajedrez. Le hablan de películas y libros, de política, y no sabe nada. Tristemente me ha recordado al Fischer niño que en su época criticaban por inculto. Habla muchos idiomas, la mayoría nórdicos y anglófilos, pero no tiene experiencias fuera del ajedrez. Algo de fútbol y una creciente inmodestia completan su perfil de sosoman. Se corrobora mi teoría de que no es bueno ni sano que el ajedrez monopolice la vida de alguien y me sorprende cuando dicen de Carlsen que "es un chico normal" por sus hábitos. No lo es y me alegro que no sea normal ser así, porque sería muy triste. Esperemos que con los años, mejore y pueda decir algo de interés cuando no sean variantes.
Completamente diferente es la sensación que me ha causado Aronian. Lee, escucha música, sabe... Tiene vida más allá del ajedrez, es un intelectual. Vale la pena leer qué opina, qué siente... Es cierto que es algo mayor que el prodigio Carlsen y ha tenido más tiempo para formarse como persona, pero tiene cosas que decir. Quizá esa vida extra que tiene más allá del ajedrez sea lo que le separe y "empeore" respecto a Carlsen pero, por Dios, menuda diferencia.
El final de la entrevista lo dice todo. El representante de Carlsen corta por lo sano una entrevista en la que el noruego estaba quedando como un niño frente a un hombre con cultura, Aronian. Mi momento favorito es cuando les preguntan cuántos movimientos pueden calcular, Carlsen da una cifra y acto seguido Aronian dice que ningún jugador serio daría una. Brutal.
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