En La hora chanante hicieron en su día una divertidísima parodia de Anatoli Karpov. Gozadla aquí. Es muy interesante el método que se comenta para que los chicos lleguen a maestros (sentarlos durante horas ante un tablero y darles de collejas, torturándolos para que sean más duros).
El gag realmente bueno es el siguiente, en el que un desquiciado Karpov no puede olvidar su derrota ante el ogro Kasparov. Genial y me hace sospechar si este hombre no será en realidad un buen aficionado de ajedrez.
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