El ajedrez, ese inacabable juego de mesa que comenzó siendo un pasatiempo para nobles y damas, un juego sin más como el parchís o el monopoly, se ha metamorfoseado en algo así como un deporte con una camarilla de gente que vive de ello, desde el jugador profesional, al señor que fabrica las piezas, el periodista, el monitor, el árbitro... Un deporte muy raro, porque la gente apenas se mueve si no es para ir al baño, y en esto último Kramnik es todo un campeón.
Todo empezó con los profesionales del ajedrez, gente que deseaba dedicarse en exclusiva del ajedrez. Steinitz se proclamó campeón del mundo y todos los profesionales del ajedrez comenzaron a colaborar para que hubiera una infraestructura reglamentada de competiciones, títulos, campeonatos nacionales, mundiales... que le otorgara dignidad moral y económica al juego. Sí, señores, fue el antiguo y quizás inevitable amor al dinero que siempre ha acompañado a la condición humana. La URSS se volcó de lleno en esta soberana transformación, una transformación demoníaca, que engordó el entorno del juego con reglamentos y normativas cada vez más aparatosas. ¿La URSS? ¿Los comunistas? Sí, disfrazando a la mona de seda, había profesionales del ajedrez bajo la apariencia de oficiales del ejército, ingenieros...
De hecho, hemos llegado al punto de que muchos jugadores de club no conocen bien el grueso reglamento, los torneos se han barroquizado con árbitros, retransmisores de partidas, los jugadores noveles reciben clases de monitores con contrato...
Y pasó lo que tenía que pasar. Como deporte nos caían subvenciones, teníamos una sección en los periódicos (o era la de pasatiempos?)... pero poco a poco nos han ido cayendo también las obligaciones. Y una de las últimas ha sido la obligación de tener seguro. Podéis leer un interesante debate aquí, surgido en la insondable Ajedreznd sobre este tema.
Con lo bonito que era el ajedrez como actividad cultural y va y lo hacen deporte... Un suceso parecido está sucediendo con los castellers y, sin darse cuenta, acabarán teniendo elo, árbitros y monitores profesionales.
5 comentarios:
Home jo penso que els escacs encara és una barreja de varies coses i no és 100% res concret. Això si, els amateurs ho tenim filosóficament una mica més lluny si ens fan pagar l'assegurança que ens protegirá contra el tarat de torn que et tira les peces a sobre.
Me siento segurooooo...
El problema és que unacosa ben simple que és moure peces en un escaquer s'ha convertit en un negoci. Qui sap, problema o solució...
Se supone que los locales de juego ya tienen el seguro pertinente.¿Me equivoco?
Fdo.Enjuto Mojamuto
Supongo que varía en función del local. No es lo mismo jugar en un centro cívico que en un club exclusivamente de ajedrez.
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