Llevo muchos años leyendo que tal torneo es de categoría X o XVIII en base a la media de sus participantes. Así ha sido, por ejemplo, durante los inolvidables torneos de Linares -en proceso de extinción tras la retirada de Kasparov- en los que se vendía la moto de que era un torneo durísimo con una media record, de más de 2700 y tal. Luego mirabas la nómina de participantes y eran media docena a doble vuelta. ¡Vaya bluf!
La estrategia es sublime. Pagas a menos jugadores con la excusa de mantener una media altísima de elo. De hecho, la media era tan alta en Linares que los españoles lo tenían crudo para participar. Y así hicieron en muchos otros lugares.
Otra estrategia era la que, por ejemplo, se hacía en Wijk Ann Zee. Organizaban un torneo con muchos más participantes aunque muchos de ellos eran respetables comparsas. Digamos que era un Linares light con inclusión de holandeses destacados y chavales prometedores.
Personalmente, yo me decanto por la segunda fórmula ya que un cerrado con los cuatro de siempre, por muy buenos que sean, resulta aburrido y tiende a la tan criticada tablosis crónica ya que, como han jugado mil veces entre ellos, se conocen sobradamente y cuando les interesa juegan partidas "de relleno".
Pero si nos atenemos a qué torneo es más fuerte, opino que el formato de Wijk Aan Zee, pese a tener menos media de elo, era más difícil ya que pinchar con un GM del montón o un MI prometedor está a la orden del día. Con un cerrado más populoso, te tocan igual los fuertes y no puedes pinchar con los "flojos" porque te hunden en la miseria.
Podríamos debatir qué pasaría si soltamos a un top ten en un open fuerte y sospecho también que le costaría más sobresalir entre un suizo con 100 Grandes Maestros ya que, con tanto rival, siempre hay alguno que está en estado de gracia. Además la nómina de participantes garantizaría muchos duelos nunca vistos y los top ten no podrían tirar tanto del conocimiento exhaustivo de sus rivales habituales.
El cerrado con pocos participantes favorece al bueno; el abierto y el cerrado amplio le complican las cosas a los favoritos. ¡Que no nos tomen el pelo! Nada de cerrados con media docena de personas, por mucha doble vuelta que digan. Queremos variedad y cantidad.
La estrategia es sublime. Pagas a menos jugadores con la excusa de mantener una media altísima de elo. De hecho, la media era tan alta en Linares que los españoles lo tenían crudo para participar. Y así hicieron en muchos otros lugares.
Otra estrategia era la que, por ejemplo, se hacía en Wijk Ann Zee. Organizaban un torneo con muchos más participantes aunque muchos de ellos eran respetables comparsas. Digamos que era un Linares light con inclusión de holandeses destacados y chavales prometedores.
Personalmente, yo me decanto por la segunda fórmula ya que un cerrado con los cuatro de siempre, por muy buenos que sean, resulta aburrido y tiende a la tan criticada tablosis crónica ya que, como han jugado mil veces entre ellos, se conocen sobradamente y cuando les interesa juegan partidas "de relleno".
Pero si nos atenemos a qué torneo es más fuerte, opino que el formato de Wijk Aan Zee, pese a tener menos media de elo, era más difícil ya que pinchar con un GM del montón o un MI prometedor está a la orden del día. Con un cerrado más populoso, te tocan igual los fuertes y no puedes pinchar con los "flojos" porque te hunden en la miseria.
Podríamos debatir qué pasaría si soltamos a un top ten en un open fuerte y sospecho también que le costaría más sobresalir entre un suizo con 100 Grandes Maestros ya que, con tanto rival, siempre hay alguno que está en estado de gracia. Además la nómina de participantes garantizaría muchos duelos nunca vistos y los top ten no podrían tirar tanto del conocimiento exhaustivo de sus rivales habituales.
El cerrado con pocos participantes favorece al bueno; el abierto y el cerrado amplio le complican las cosas a los favoritos. ¡Que no nos tomen el pelo! Nada de cerrados con media docena de personas, por mucha doble vuelta que digan. Queremos variedad y cantidad.