Bueno, como puede apreciarse en los resultados de la ronda 3, el Social Colón se ha convertido en un bis del Social DIM. Canellas y Godesard se encaraman como únicos jugadores con 3 de 3 y, si nada lo impide, deberíamos ver pronto un duelo entre ellos a modo de final anticipada. Ya se sabe que los suizos, cuando no cuentan con muchos favoritos, suelen deparar este tipo de finales prematuros que luego se saldan con una secuela de partidas de nivel descendente. En cualquier caso, hay otros jugadores con capacidad para dar la sorpresa y recuperar el terreno perdido.
A este grupo de jugadores pertenecen Rebull, que perdió esta semana y suma dos puntos, el insondable Valera con 2,5 de 3, Iván Pérez de Villar -que volvió a "resbalar" entablando con el tapado Valera y suma sólo 2 de 3-...
Está claro que quien gane el duelo entre Canellas y Godesard lo tendrá muy de cara para ser campeón social aunque puede ocurrir de todo...
A este grupo de jugadores pertenecen Rebull, que perdió esta semana y suma dos puntos, el insondable Valera con 2,5 de 3, Iván Pérez de Villar -que volvió a "resbalar" entablando con el tapado Valera y suma sólo 2 de 3-...
Está claro que quien gane el duelo entre Canellas y Godesard lo tendrá muy de cara para ser campeón social aunque puede ocurrir de todo...
3 comentarios:
El sabado partida muy dura entre Gode y Canellas, veremos cual es el mas fuerte.
He jugado con los dos y creo que la cosa es incierta. A Gode le conozco más y sé que suele conocer lo que juega. Es un jugador muy técnico y creo que no le gusta improvisar.
De Canellas mi experiencia se reduce a tres rápidas. Me dio la sensación de que no le molesta cambiar piezas y confía en imponerse en los finales. Pero todo esto es un análisis sin mucho fundamento, claro...
Bueno yo he jugado con ambos y la verdad es que Canellas es también un gran táctico. Partida igualada en principio, aunque depende de lo motivado que esté Gode. Carles es muy peligroso cuando está puesto en faena y Lluís estará muy concentrado durante toda la partida, verdadera virtud en él. ¡Qué emoción!
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