El presidente de la FIDE, Kirsan Illiumyinov, ha conseguido pese a sus extravagancias extraterrestres, ser reelegido como presidente de la FIDE por un amplio margen a su competidor, el también ruso Anatoli Karpov. Karpov contaba con un mayor apoyo en los países desarrollados de Europa y América del Norte, donde se mueve dinero y se organizan torneos importantes. Kirsan arrasó entre los países sudamericanos, asiáticos y africanos, a menudo intrascendentes en el mundo del ajedrez, salvo cuando hay que votar al presidente.
Moraleja: para ser presidente, no basta con pensar en la élite del ajedrez, hay que aportar un proyecto sólido de difusión entre los países más humildes. Eso o ganarte amiguetes con toda clase de estrategias inconfesables...
2 comentarios:
Con dinerito, dineritoooo...
Kirsán cambió las reglas a su favor justo antes de la votación. ¡Qué demócrata!. Puedes ver el cabreo de Kasparov en los videos de www.europe-echecs.com y cómo le contesta a grito pelado un tipejo. Lo peor ha sido la manera en que Karpov se vende después pactando un cargo con el presi. ¿O quizás es una estrategia Anatólica? Sea como sea, apesta y fuerte.
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