Explorando Lloret

Hoy he ido con Ariadna de excursión por Lloret de Mar a ver por dónde cae el instituto que quizás me toque para trabajar el curso próximo. La zona, conocida como El Molí, es muy tranquila, bien comunicada con Blanes y retirada del ajetreo de la zona guiri-turística. Los lugareños parecen gente normal. Todavía no he visto túmulos para quemar a las brujas ni ningún cementerio indio.

Como ya suponía, Lloret está plagado de hoteles, tiendas de souvenirs, tatoos, discotecas y hamburgueserías. ¡Ah, también hay un parque acuático, el Museu del Mar, un mini-castillo, un jardín botánico...! Hoy teníamos cara de franceses porque en cada tienda nos hablaban en la lengua de Voltaire. Supongo que si me pongo alguna de las camisetas que venden con el toro de Osborne ya me identificarán mejor (?).

Ya me han dicho que la noche de Lloret es muy ruidosa y que no se me ocurra vivir cerca de Guirilandia. Una opción sería una urbanización pero para un urbanita sin carnet como yo es un paso arriesgado... Bueno, ya se verá.

Actividad ajedrecística de la zona. Los folletos del ayuntamiento no destacan ninguna actividad ajedrecística en todo el año pero mirando en el Dardo he visto que hay club en Lloret (un 2200, un 2100 y luego ya bajan por debajo de 2000...) y también en Blanes (un 2000 seguido de 1800 a gogó). Se supone que algo deben hacer además del por equipos. Se supone...

También hemos encontrado un par de mesas callejeras con tablero adosado de ajedrez en primera línea de mar junto a la playa. Un lugar idóneo para que Sabaman y Catuloman midan sus fuerzas a pleno sol en un futuro.

Seguiremos informando...