La visita al Agustí ha sido, como no podía ser de otro modo, una auténtica batalla épica. Los del Raval nos han recibido en su pintoresco local, famoso por conjugar en un mismo espacio ambientación retro, animales disecados, versos picantes y discos de Chic le Freak. Por algo exhiben en su escudo una jarra de cerveza y algo parecido a un cigarrillo. Es una experiencia única, onírica. Me ha recordado a mis primeros por equipos, cuando era un chaval, en los que ya tuve la suerte de visitarles.
En el terreno deportivo, el Sant Martí B partía con ventaja teórica de elo, pero el Agustí ha sabido crear complicaciones gracias a un variado elenco de jugadores con mucha experiencia de combate. La cosa empezaba mal con derrotas de Beto y Riera, aunque éste último dejó escapar la oportunidad de quedarse con dos piezas de más (!). El encuentro proseguía y poco a poco fueron cayendo los puntos del lado santmartinense: ganaban Lu Lee, Pariente -finalete de torres-, Porras, Sabater -que tuvo que sortear algunas amenazas de mate en octava- y Elena Casset -ante un murito de piedra-. Por su parte, el Agustí lograba un punto con la derrota de Castellanos.
La partida de Fontanillas vs MC Severri fue extraña y cerrada. Parecía que el jugador del Agustí estaba con ligera ventaja debido a su alfil "bueno" pero todo seguía muy cerrado y Severri optó por entregar pieza y complicar la posición. Fontanillas fue sorteando los peligros en otro final con público y, en un descuido, dio mate.
La última partida, la de David Vivancos, terminó en unas largas tablas tras una defensa tenaz de Vivancos en un final de torres con peón de menos que parecían tablas teóricas ya que el peón era el de caballo, que suele ser más fácil de defender.
Al final victoria del SMA B por 6,5 a 3,5. Prosigue el pulso con el Maragall y la igualdad preside cada ronda. Todo puede ocurrir. Señores, me quedan dos rondas en el Sant Martí...
Fotógrafo: Beto Moreno.
Al final victoria del SMA B por 6,5 a 3,5. Prosigue el pulso con el Maragall y la igualdad preside cada ronda. Todo puede ocurrir. Señores, me quedan dos rondas en el Sant Martí...
Fotógrafo: Beto Moreno.
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