Si intentáramos resumir la vida Kosteniuk en tres fotos, posiblemente, serían estas. Más arriba, la irrupción de Alexandra Kosteniuk como la Kournikova del ajedrez, la GM sexy que no vacilaba en posar ligerita de ropa para lograr una cierta notoriedad en la prensa mundial. Judit Polgar destacaba en los tableros y Kosteniuk en la prensa rosa del ajjedrez.
La segunda foto es la proclamación como campeona mundial de ajedrez femenino. Rebosaba felicidad y es que con ese logro Kosteniuk era algo más que una cara bonita que jugaba bien al ajedrez. Se convertía en futura excampeona mundial y, por una vez, era noticia por lo que hacía dentro del tablero.
La tercera foto muestra a Kosteniuk con su hija, muy relajada, al margen de su anterior imagen de jugadora sexy y más preocupada por disfrutar de su familia que de recuperar el cetro ante una jovencísima china, Hou Yifan, que augura un férreo dominio del ajedrez femenino, con permiso de Judit Polgar, que últimamente también atraviesa la misma fase de plenitud maternal que Kosteniuk.
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