Mi entrenamiento veraniego

Excepto las rápidas del Internacional Sant Martí 2011, no he jugado ni jugaré nada este verano. Me autoengañé pensando que jugaría en Poblenou, pero comenzó a dolerme una rodilla y fue la excusa perfecta para quedarme en el sofá, chupando un polo. En parte, me arrepiento un poco porque el torneo parece ser que estuvo muy bien y siempre es bueno ver a los amigos. Me perdí la gran actuación de Godesard, por lo visto.
En cuanto a libros, chafardeo algunos pasajes de The Wonderful Winawer, de Moska, pero no se puede decir que esté haciendo una lectura exhaustiva, más que nada porque ceder la pareja de alfiles no me va en absoluto.
¿Problemas? No suelo hacerlos casi nunca porque son posiciones tan específicas que nunca te vas a encontrar eso. Es como hacer integrales por hobby, si es para conseguir algo en concreto, vale, pero por deporte no. Prefiero romperme los cuernos mirando mis propias partidas, la verdad, o mirando aperturas. Todavía recuerdo a cierto jugador del Sant Martí que estuvo estudiando el mate de alfil y caballo, lo sabía dar, pero como no se producía nunca en sus partidas, el día que tuvo que darlo no pudo. Señores, el jugador amateur tiene que ser práctico y su perfeccionamiento tiene que resultarle divertido, pues para algo es un hobby y no una profesión.

¡Menudo panorama!, pensaréis muchos... No os falta algo de razón, estoy perreando, pero algo sí que estoy haciendo. Desde siempre he tenido la costumbre de ir seleccionando mis mejores partidas, analizarlas con detalle y comentarlas exhaustivamente como si fuera un Fischer a punto de publicar sus memorables 60 partidas. Mi plan es quemar todas las demás un día de estos y que solamente se conserve lo más instructivo y bonito.
Mi nivel, lógicamente, no es para tirar cohetes. Aficionado competente -no siempre- y poco más. Pero esta tarea sirve para pulir mis planteamientos año tras año. Cuando en ciertas variantes, logro jugar una partida mejor, a veces sustituyo a la que había seleccionado años atrás. Esta selección también incluye algunas derrotas mías que hayan sido especialmente instructivas aunque reconozco que no suelo incluir muchas. Mi vanidad no me lo permite. Así a bote pronto, recuerdo una derrota mía con Pariente, otra con Òscar Ruiz... Pero en general, suelen ser victorias o empates.
El caso es que no seleccionaba mis partidas desde finales de 2008 porque, con tanto social, no me daba tiempo a superanalizar las partidas, competir y trabajar al mismo tiempo. Ahora tenía una veintena de partidas "aspirantes" por analizar de sociales, por equipos y unas simultáneas con Antoaneta Stefanova. Estos días estoy mirando que no haya nada que las estropee en exceso y algunas ya han sido descartadas por ser aburridas, poco originales o contener errores gordos en ambos bandos. Mi selección se centra en la partida en si misma, no pretendo reunir ninguna lista de jugadores vencidos como si fueran cabezas de jabalí a modo de trofeo en una pared. El rival o la trascendencia de la partida no suelen importarme mucho y he descartado victorias ante buenos jugadores, partidas que me han dado un torneo... simplemente porque no me acaba de gustar la partida y en cambio sí me he quedado con alguna ante jugadores más asequibles o sin repercusión alguna porque eran muy instructivas.
Todos tenemos que encontrar una motivación y la mía es esta.
Cuando llegue septiembre mi idea es jugar el Social Sant Martí o cualquier torneo que sea en sábado tarde o domingo mañana porque tengo muy claro que en sábado mañana, viniendo desde Hostalric, es un madrugón evitable. Entre semana y por la tarde, otra opción sería jugar algo que esté cerca de casa, allá por Girona, pero no he mirado nada todavía y tendría que engañar a Ariadna, para que también lo juegue. A ver qué pasa...