El 12 de octubre de 2014, coincidiendo con el Día de la Hispanidad, en Hostalric se celebró un ajedrez viviente en el que se conmemoraba la Guerra de Sucesión que tuvo lugar hace 300 años en España. Como resultado de esa guerra, la Corona de Aragón perdió parte muy importante de sus instituciones y sufrió una represión que, sin exagerar, podríamos considerar el germen de toda la situación política actual en Cataluña.
El Ajuntament d'Hostalric, la Comissió del Tricentenari, el Club d'Escacs Hostalric, la Escola Verge del Socors y el Instituto Vescomtat de Cabrera se unieron para crear este evento que congregó a unas 100 personas en el Pabellón de Hostalric, 32 como piezas y unas 70 como público. Las piezas blancas representaban a las tropas felipistas (de Felipe V) y las azules a las austriacistas (del archiduque Carlos III). La Escola y el Instituto, junto al Club d'Escacs Hostalric reclutaron a buena parte de las piezas entre sus alumnos y exalumnos. L'Escola además confeccionó los caballos y las torres mientras que el Ajuntament, a través de alquiler y confección propia, se encargó del resto de uniformes. Aquí tenemos que destacar la labor realizada por los regidores Rita Saurí y Lluís Tubau.
El Club d'Escacs Hostalric, de la mano de Joan Fontanillas y Ariadna Moreno, se encargó de reclutar también piezas y preparar el texto divulgativo sobre el conflicto bélico y escoger una partida para ser representada. En esta ocasión se eligió un Gambito Evans disputado en Londres, 1825 entre el propio capitán Evans y otro gran ajedrecista de la época, McDonnell.
El resultado de la primera partida fue, como en la vida real, una victoria del bando Felipista tras un duro asedio al bando azul, que encarnaba la valerosa pero infructuosa defensa de Barcelona durante el asedio de 1714.
Luego, se improvisó una segunda partida en la que Manel Romera, jugador del Guixolenc, llevaba las piezas blancas y Joan Fontanillas, del Hostalric, conducía el bando austriacista. Tras una defensa francesa del Avance, las negras vencían y los austriacistas equilibraban el marcador: 1 a 1.
Antes y después de la partida se representaron explicaciones de la contienda bélica en 1714 y hubo numeroso público asistente.
Al final del evento, quedó la sensación de que las partidas de ajedrez viviente son la mejor forma de popularizar el ajedrez entre el gran público y no se descarta volveer a celebrar alguna otra partida con figuras humanas.
La partida gozó de buena cobertura mediática e incluso el periódico El Punt Avui de Girona sacó en su edición impresa una reseña con foto de la partida en la que salía citado en un medio general, por primera vez en toda su historia, el Club d'Escacs Hostalric.
Más abajo todavía podéis ver algunas fotos de la partida gigante...