Se observa una evolución en Karpov: con su primera esposa era más joven y tímido y con la segunda más melenudo y atrevido.
Los setenta, ya se sabe, drogas, sexo y rock and roll, jeje. En lasegunda boda es cierto, se le ve más suelto. Hay que reconocer que para ser un tímido coleccionista de sellos tenía buen gusto para las mujeres.
Karpov con su primera esposa, Irina Kuimova. 
Karpov con su segunda esposa, Natalia Bulanova.
Se observa una evolución en Karpov: con su primera esposa era más joven y tímido y con la segunda más melenudo y atrevido.
ResponderEliminarLos setenta, ya se sabe, drogas, sexo y rock and roll, jeje. En lasegunda boda es cierto, se le ve más suelto. Hay que reconocer que para ser un tímido coleccionista de sellos tenía buen gusto para las mujeres.
ResponderEliminar