
Yo haré caso omiso del cuento y os planteo un escenario lúgubre y tenebroso. Tomadlo como un juego. Imaginad por un momento que el Sant Martí B asciende a segunda división. No sería un simple ascenso... Además de los palos ajedrecísticos que nos caerían por doquier tendríamos que sumarle la certeza de que los desplazamientos, siendo regional y no provincial, serían potencialmente más largos. Teniendo en cuenta que varios de los integrantes del equipo no viven en Barcelona ciudad -yo ya estaré en Hostalric, for example-, habrá que sumar los kilómetros de llegada al club más los de llegada a casa... Tordera, Andorra, Calaf, Tàrrega, Vila-Seca, Tarragona... son sólo algunos de los destinos, cercanos a la Conchinchina, que pueden tocarnos...
Otro punto negativo de un supuesto ascenso a regional es que esto se traducirá -quizás- en más comilonas multitudinarias y más gastos para el club. Los "tragones" del A podrían convertirse pronto en los "tragones" del A y del B... (!)
Total, que pensándolo con la cabeza parece que sea mejor no subir pero, ¡qué carajo!, vamos a intentarlo en Arenys de Munt. Aunque solamente sea por aquello de que nos gusta el ajedrez. Ya tendremos tiempo de lamentarnos, jeje...
¡Qué susto la vaca!
ResponderEliminarYo tambien quiero subir. ¿Quién se apunta?
ResponderEliminarNo hay cuento de la lechera posible, simplemente ganar si o sí y disfrutar después de tal éxito si se acaba alcanzando, que os lo habréis ganado con creces.
ResponderEliminarYa te has dado cuenta q las vacas no tienen dientes arriba.
ResponderEliminarpura anecdota.
A.Hinarejosa
a por todas y suerte...
Sobre tema dientes yo sabía que las ranas tienen dientes y los sapos no. DE las vacas, no sabía el tema... Nos vemos el sábado!
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